¡Hola a todos! Aunque parezca mentira que una App como Tinder realmente influya en la forma de comprar y vender a través de una tienda online, lo cierto es que no nos alejamos mucho de la realidad. Mediante la interfaz creada por esta compañía a través de «desliza hacia la derecha para sí, y hacia la izquierda para no», se ha creado el término «Tinderización», que da nombre a este nuevo fenómeno de diseño web y experiencia de usuario.
Aunque suene poco romántico, en lo que realmente es bueno Tinder es haciendo que las personas cotilleen. Tinderización ofrece la solución perfecta para aquellas marcas con productos visuales que lo que buscan es que les compren según unas imágenes enfocadas en el color y el precio mediante un diseño estático. De esta forma se le ha dado a los minoristas algo que se había perdido antes incluso de empezar en el mundo online: la capacidad de cotillear.
Uno de los grandes problemas de los minoristas online es la incapacidad de generar cualquier tipo de noción de la casualidad. Los sites de comercio electrónico son muy buenos creando recomendaciones, resultados de búsquedas precisas y ayudando a los usuarios o clientes a encontrar lo que específicamente estaban buscando. Sin embargo en lo que realmente se atrancan es en recrear casualidad o azar como en la experiencia física de compra.
Incluso en grandes tiendas online como Amazon que siguen esforzándose por proporcionar un entorno donde los clientes puedan tropezarse con productos que ni siquiera habían sido considerados antes: los «accidentes felices» que aparecen en un día normal de compras en una tienda física.
Sin embargo, con una interfaz como la de Tinder, deslizarse por los productos eligiendo si o no es lo más parecido a la experiencia que un cliente tiene cuando recorre los pasillos de una tienda física. Los productos van apareciendo por sus ojos como un destello de colores y formas, sin detalles de envío, multitud de opciones y comentarios infinitos.
Ejemplos de diseños Tinder
Un ejemplo de este modelo nuevo de tienda online es la App Tunsy (sólo disponile para iOS), que usa la misma interfaz de usuario adictiva pero que, en vez de ser un lugar donde vender sus productos, es un mercado donde los minoristas pueden encontrar múltiples clientes.
En una entrevista realizada por E-consultancy al CEO y cofundador de esta Startup, Mehdi Boumendjel, explica que Tunsy es la aplicación de compra final. La aplicación aprende con las opciones que hayamos elegido mediante el algoritmo de aprendizaje automático, para que el cliente disfrute de su experiencia en la App mostrando productos relevantes.
Lo bueno de esta aplicación es que no cobra una comisión a ninguna de las empresas asociadas, sino que se financian a través de los datos que proporcionan a sus clientes a través de los comportamientos de los usuarios. Tal y como explica Boumendjel «queremos convertirnos en el Facebook Ads de los minoristas mediante la venta de visibilidad y permitiendo a los minoristas dirigir sus productos a la audiencia a la que le pueda gustar más».
Otra de las aplicaciones que está siguiendo esta tendencia de diseño es Missguided. Lo más importante en su app es que han creado una pestaña llamada «swipe to hype» (pasar el bombo), permitiendo a los usuarios la opción del «nah» (en español sería algo así como «bah») o «love» del producto que les aparezca. Los productos «love» se añadirán a nuestra lista de deseos.
La ventaja que posee esta aplicación es que no te tienes que registrar, permitiendo a los clientes ‘saltar’ y navegar rápidamente sin presentar ninguna barrera inicial.
Tinderisation y el equilibrio de contenido contra el comercio
Mientras que, por un lado, que las marcas se lancen a este tipo de diseño de moda mientras es tendencia está muy bien, creemos que también debemos tener en cuenta cómo esta tendencia tendrá un impacto dentro de industria del comercio electrónico de una manera más global. Por ejemplo, la tendencia hacia el diseño de Tinder puede desplazar el marketing de contenidos llegando a jugar fuego.
El marketing de contenidos se basa en una cierta profundidad en la información y experiencia del cliente. La relación con el cliente se construye de forma lenta promoviendo relaciones más fuertes con respecto a un particular producto o marca.
Sin embargo, como cualquier crítico de la generación Tinder te podrá decir, la decisión de deslizarse a la derecha en lugar de la izquierda es cualquier cosa menos una «relación». Sin embargo, como todos sabemos, Tinder no habla sobre relaciones, si no que prefiere la estética y la naturaleza propia de la aplicación.
El diseño de Tinder es completamente opuesto al marketing de contenidos, poniendo en primer lugar las decisiones a corto plazo en lugar de nutrir lealtades a largo plazo de la marca. Por eso los vendedores que abrazan el Tinderisation deben tener cuidado con no socavar sus propios esfuerzos en la construcción de relaciones más allá del deslizamiento hacia un lado u otro. El diseño Tinder proporciona una experiencia de usuario completamente increíble, pero estas micro interacciones deben de estar respaldadas por la relevancia a largo plazo.
En Multiplicalia pensamos que con un contenido sólido y la base de datos de producto en su sistema backend, se pueden construir relaciones reales y centrarnos en el desarrollo de un diseño contextualizado que realmente funcione para nuestra empresa y la de nuestros clientes.
La verdad es que en sí el diseño Tinder está bien, es más dinámico y favorece más una navegación rápida. Lo malo es que al ser la navegación rápida, quizás tengamos problemas para generar un engagement fuerte como en otro tipo de apps con más contenido, es cuestión de conseguir un equilibrio, como decís. Así esa combinación sería bastante potente. Un saludo!